lunes, 14 de julio de 2008

Planteo

Es el mismo estilo de siempre ¿no?, siempre lo mismo, la misma estupidez de siempre que rodea a la sociedad. Nunca algo nuevo, los sistemas siguen siendo los mismos de siempre, nada cambia. Que esto, que lo otro y las mismas vueltas de siempre que se creen que son dilemas nuevos; y para nada, es siempre lo mismo. Armando problemas por simples estupideces, mira este imbécil, se lo merece. ¿Y quién es? Un Don Nadie, eso es…nada, sólo nada.

-Bueno, vamos que hay que pasar por el sector 1138 ahora.

-Sí, mejor, ya empezaba a sentir ese olor detestable a perfume de hotel.

Yo no quería saber nada de ellos, la verdad estoy tratando de que no nos miren, estoy muy ocupado ahora, quiero planear un plan de escape –valga la redundancia- pero aún no, no es tiempo. Los sistemas de seguridad no son muy complicados, La Compañía intenta confundirnos nomás pero los guardias saben todo, ellos siempre hablan… Tengo miedo de que escuchen mis pensamientos pero igual no van a sacar nada de mí, me oyeron, nada… no los voy a dejar nunca, voy a crear un nuevo sistema, sí, un sistema de bloqueo; que no puedan ver nada de todo lo que llevo adentro, eso es lo que debo lograr.

Hay que ampliar, decían, hay que ampliar todo el negocio. Yo comprendía pero no sabía cuanto más querían, estaba harto. No constaba con servicios de nadie, si bien tenía unas cuantas amistades de mucho no me servían, pero al menos podía contar con ellos.

-¡Dominic!

-¿Y ahora qué quiere?- le dije con desgano.

-Le aburro ahora, Dominic.

-Podría decirse que siempre fue así señor, para ser sincero. Ah, claro, y si es que se merece el respeto como para decirle señor.

-Parece que hoy estamos de buen humor, ¿no?- rió hilarantemente de manera tal, que alguien que pasara notara su presencia.

-Sí, así es, crápula.

Malcolm rió descaradamente.

-Me gusta tu sinceridad Dominic, siempre fue un gran rasgo tuyo…

-Sí, gracias, gracias, no lo merezco…

-Dejemos el sarcasmo para otro día, voy al grano Dominic. ¿Cuántas veces has intentado fugarte de aquí?

-No sé, dígame usted.

-Exactamente 32 veces…obviamente ninguno de nosotros queremos que se repita eso, por supuesto…sin embargo todos sabemos que va a suceder.

-No, no creo que nadie quiera irse de aquí.

-Por supuesto que no, les doy un paraíso terrenal, la laguna de Salinger, el bosque de Wolf, les doy una tierra multicolor para que elijan que hacer con su vida, les doy una vida: hogar, familias para elegir, no necesitan trabajo ya que nuestro estado los mantiene. No sé que más quieren. Cada uno aquí tiene su vivienda; cada uno tiene su propia cabaña, con vista a las montañas, con vista al mar, o con vista al bosque, tienen la libertad para elegir entre una gran diversidad de distintos panoramas des estas tierras hermosas donde vivimos. Tienen a grandes líderes de su mismo calibre: como de literatura, como de pintura, actores, cantantes; tienen la libertad de hacer amistad o ser pareja de quien quieran ¡AQUÍ NO HAY LEY SUPERIOR QUE LES DICTE NINGUNA EXIGENCIA! Tienen toda la comida que quieran comer, con los gustos específicos de cada uno de ustedes, y si quieren hacer algún cambio en sus comidas lo hacen, van y eligen lo que quieran para comer…para eso está el Mercado Central.

-Ahora dígame una cosa, si hay tantas libertades ¿por qué hay guardias en mi puerta y por qué van vigilando a cierta gente en especial por toda la isla?

-Hay cierta gente Dominic, como tú, como Vincent en la colina, como William en el castillo, o como Luke en la playa, gente que se cuestiona cosas irrelevantes en realidad, pero son gente especial. Por eso mismo los comprendemos, por eso mismo queremos que ustedes nos comprendan. Además, no sé donde es que vio guardias vigilándolo, recién vengo de afuera y francamente yo no vi a nadie.

Malcolm lo hacía a propósito, siempre busca provocarnos, es su gran estrategia. Quiere que le peguemos o reaccionemos de forma física, de manera tal que pueda llamar a sus monos de seguridad para llevarnos hasta La Cima.

-Especial, siempre fui especial parece entonces, porque siempre supe cuestionar lo “irrelevante” para mí. Por supuesto Malcolm, recién no vio a nadie, porque iban al sector 1138… ¿Me toma por imbécil o qué?

-Lo entiendo Dominic que se sienta perseguido, y es por eso que estoy aquí.

-¿Ah, si…?

-Sí, esta vez quisimos hacer algo. Traje conmigo unos amigos que están acompañándome afuera.

-¿Y si no voy?

-Creo que no le queda otra, en la condición en la que se encuentra…

-No sé a que se refiere.- dije mirándolo fijo a los ojos.

-Está adentro de una jaula, no sé si se dio cuenta.

-Por eso mismo, no sé a que se refiere.

-Bueno, usted se lo buscó de una forma u otra, finalmente la culpa es suya.

-¿Mía?, yo estuve aquí todo el día. Porque así me tuvieron, claro está.

-Usted así lo quiso como le dije, nosotros sólo cumplimos con nuestro deber.

Me agarraron con jaula y todo y me montaron sobre una especie de carrito de los que usan los niños para trasladar sus juguetes. Pasamos enfrente de la sociedad entera. Uno que otro miró de reojo que era lo que hacían, pero sólo por curiosidad del movimiento y del sonido de las rueditas chirriantes que escuchaban. Cuando pasamos por la colina oí gritar a Vincent, pero no sé si era porque me habría visto a mí o por algo que estarían haciendo con él. Quisiera saber por qué nos tienen aquí, por qué hacen esto. Sí, noto día a día, su entrada de capital y todos los beneficios que nos dan…pero si sólo me dieran una mínima pista. Lo único que espero ahora es que ahí adentro esté Malcolm, allí en La Cima, que se quede cerca de mí, que me pregunte lo que quiera. Allí estaré con mi conciencia, nada sabrán a menos que yo quiera que lo sepan. Mientras tanto aguardaré a la espera de los hechos futuros que sucedan, en mi mente me refugiaré en el pasado, así creerán que estoy perdido, que no estoy con ellos sino totalmente desentendido. Mi verdadera familia, mi verdadero hogar, mi perfecto trabajo, mi cálido vecindario, mis amigos, mis tristezas, mis alegrías… mi vida, mi verdadera vida.